El colapso educativo

Uno de los graves problemas a los que nos enfrentaremos durante los próximos meses es el más que probable confinamiento de ciertas clases o cursos. Veremos la aplicación de los distintos protocolos de aplicación que han estado realizando los colegios durante este periodo para cuando exista un supuesto positivo. Y es que ese es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos, ¿acaso no hemos sido niños alguna vez? Me explico, en cuanto algún pitufo dormilón tenga la gran idea de no querer ir al colegio fingiendo que tiene tos y un poco de malestar, y que, también pueda llegar a librarse él y toda la clase, créanme, no durarán en utilizar su poder para no querer ir, al fin y al cabo, son niños y hacen trastadas (menos mal).

¿Cuántas clases quedarán suspendidas por presuntos suspendidos? Y lo más importante, ¿qué se va a hacer con las clases suspendidas? Existe la posibilidad de las clases online, pero obviamente, con todas las trabas que no se han trabajado hasta el día de hoy por la administración.

Las consecuencias de un sistema de trabajo no presencial con medios prácticamente nulos, a medio y largo plazo, son imprevisibles. Esperemos que afecten lo menos posible al nivel de las clases en los próximos cursos.