Reeducación psicopedagógica, ¿qué y para qué?


La reeducación psicopedagógica es una forma de intervención psicoeducativa que busca el rendimiento óptimo de los alumnos y las alumnas a partir de sus características individuales, aptitudes y habilidades; trabajando de forma individualizada y adaptada a cada menor, en las áreas académica, personal y social. Normalmente se ha venido aplicando para casos de dificultades de aprendizaje o bajo rendimiento académico, pero es útil para cualquier alumno o alumna que quiera potenciar su rendimiento. 

A diferencia de otros tipos de refuerzo o apoyo escolar, la reeducación psicopedagógica va más allá de lograr el éxito en el desempeño académico, desarrollando además aspectos emocionales y factores conductuales, necesarios para un mayor rendimiento general. Del mismo modo, se trabajan habilidades cognitivas (atención, memoria, percepción, lenguaje, razonamiento, etc.) y la generación de estrategias y recursos propios por parte de los alumnos y las alumnas para su posterior generalización, compensando así las áreas en que el rendimiento sea más bajo con las de buen rendimiento.



Aunque, a priori, pueda parecer una forma más de mejora de las calificaciones escolares, sus objetivos son terapéuticos, teniendo en cuenta el perfil neuropsicológico del alumno o alumna, sus expectativas y las de sus padres y madres. Además se incluye en la intervención el asesoramiento a padres, madres, tutores, tutoras, al centro educativo y a todos los y las profesionales implicados en la educación del menor o la menor con los objetivos de conocer y adaptar las estrategias y recursos a las características del alumno o alumna y realizar un trabajo coordinado entre todas las personas implicadas en las áreas de desarrollo del menor o la menor.

Las bases de esta intervención se asientan en el desarrollo de una autoestima positiva, así como en la identificación de las habilidades de cada niño o niña con el fin de aumentar la motivación tanto en ellos y ellas como en sus tutores y tutoras; que será la base del trabajo posterior. Una vez obtenida la motivación necesaria, se dotará a ambos de estrategias de planificación, organización, técnicas de estudio, rutinas y hábitos que ayuden a desarrollar las potencialidades y así conseguir el rendimiento óptimo buscado.

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